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Permiten una mayor inclusión e incidencia ciudadana en las políticas.

 

Durante los últimos años, las tecnologías de la información y las comunicaciones han mostrado su capacidad de contribuir al logro de tales objetivos.

 

Estas tecnologías se han posicionado como un eje fundamental en los procesos de movilización ciudadana a lo largo del mundo.

 

Su impacto fue fundamental en crisis políticas como las de Irán, Túnez y Egipto a partir de su contribución a coordinar a diferentes actores en torno a los espacios físicos de reunión, la difusión de videos y audios de los acontecimientos diarios, o los foros de discusión en blogs y redes sociales que terminaron motivando a muchos otros ciudadanos a unirse a la movilización.

 

Pero no solo en momentos de turbulencia política y económica se usan estas herramientas.

 

Agilizar la toma de decisiones colectivas en escenarios de planeación del desarrollo local y en los que se discute la asignación de rubros del presupuesto público.

 

Una apuesta por las nuevas tecnologías para la participación ciudadana es una apuesta por una democracia más amplia.

 

Un futuro escenario de construcción de paz, la ciudadanía debería recibir información sobre espacios de participación a través de mensajes de texto.